Hoy comparto contigo una preciosa actividad que te ayudará muchísimo estos días a bajar el ritmo y a conectar con tus sentidos y el momento presente.
Mi gran amiga Annabelle me ha enseñado esta hermosa tradición de su país de origen, Inglaterra, que realizaba junto a su madre durante estas fechas de Navidad. Me parece una actividad preciosa que en nuestra casa ya hemos adoptado como un ritual de adviento.
El aroma del clavo en contacto con las naranjas y la concentración del proceso creativo son una auténtica meditación en movimiento y un bálsamo para los sentidos. Deseo que la disfrutes:
1. Coger una naranja y rodearlo con hilo kraft (o cualquier cinta que prefieras) con la finalidad de poderla colgar.
2. Poco a poco, de manera lenta y consciente, vas clavando los clavos en la naranja. Puedes hacer líneas u otras formas, cubrir toda la naranja o no, como sientas...
3. Párate a oler el aroma del clavo en contacto con la naranja... Respira.
4. Cuando acabes, coloca la naranja en algún lugar de tu casa para que este aroma de desprenda en tu hogar. Te aconsejo elegir lugares pequeños para que puedas sentir el aroma, por ejemplo un recibidor, un lavabo.
Deseo que te inspire la propuesta y que la puedas poner en práctica. Nosotras la hemos realizamos las 4 generaciones de mujeres juntas de la familia (desde los 10 a los 103 años) y has sido un auténtico placer para cada una.
